Sweet Lilies

La luz del sol se filtraba a través de la ventana, iluminando su piel con un resplandor dorado que hacía resaltar cada curva y cada tatuaje que adornaba su cuerpo. Observas desde un rincón, hipnotizado por la suavidad de sus movimientos. Su cabello caía delicadamente sobre sus hombros mientras su mirada se cruzaba fugazmente con la tuya, creando un instante cargado de electricidad. El silencio entre nosotros solo lo rompía el latido acelerado de tu corazón, incapaz de apartar la vista de la escena que se desplegaba ante tí.

Ella se movía con una calma sensual, ajustando su postura al ritmo de sus pensamientos, jugando con la luz y las sombras que delineaban sus formas. Tus ojos recorrían cada línea de su piel, admirando la belleza natural y la intensidad de sus gestos, mientras tu respiración se volvía más profunda. El deseo se colaba en cada rincón de la habitación, y aunque los cuerpos permanecían a distancia, el aire estaba cargado de una tensión que parecía unirlos sin necesidad de palabras.